Es un mito del sector editorial cristiano en español que para sobrevivir en el negocio debe haber detrás un acaudalado mecenas con mucho dinero, incluso hasta para perder. De hecho una buena parte de las mayores editoriales cristianas en español son un débil departamento de poderosas casas matrices foráneas. Pero el panorama puede cambiar en unos años con la aparición de pequeños editores y de ministerios medianos que decidan publicar por sí mismos no solo papelería, sino libros, y hasta Biblias.
Si las editoras tradicionales continúan a ciegas, sin saber dónde están los genuinos escritores de la región y sus lectores reales y potenciales, estos terminarán encontrándose por sí solos, sobre todo gracias a que las nuevas tecnologías terminarán salvando los abismos de la distribución. Incluso podrían saltar por encima de los propios libreros y detallistas, si no modernizan sus canales de venta y renuevan su oferta editorial.
En España, por ejemplo, más de 300 entusiastas del libro secular se lanzaron a crear una editorial durante los últimos dos años, en tanto que unas 1000 de las ya establecidas no publicaron ningún nuevo título durante el mismo período.
Un reciente estudio realizado en dicho país determinó que la principal aportación que hacen las editoriales independientes es la de descubrir nuevos autores. También es significativa la vocación cultural que demuestran estas pequeñas empresas (que en nuestro caso sería de tipo ministerial), así como la publicación de un inventario de calidad y real necesidad.
En el medio cristiano, los aportes de editores independientes podrían ir a contrapelo de la globalización existente en cuanto a variedad temática y de autoría, singularidad geográfica y ofertas digitales y multimedia.
Un ejemplo típico de esfuerzos editoriales por cuenta propia se puede ver en los materiales de Escuela Dominical que muchos ministerios e iglesias de América Latina elaboran y reproducen por sí mismos ante las dificultades de obtener los productos de las editoriales.
La Internet es otra alternativa que se viene abriendo paso entre una nueva generación de escritores y lectores cristianos. El número y las edades de los navegantes crecen inexorablemente y la mayoría acudirá a leer y comprar sus textos en este medio.
Ante el éxito de sitios como Google Book Search o Amazon, varias sagaces editoriales seculares empezaron a ofrecen parte de sus libros por Internet, en tanto que Random House y HarperCollins Publishers, dos gigantes editoriales de lengua inglesa, claudicaron con la opción de la lectura en sus páginas webs de algunas partes de sus libros. Pero en el caso de la literatura cristiana, la “revolución online” ha de venir desde abajo, según se avizora.
Las editoriales cristianas, sus libreros y distribuidores no se están informando y moviendo al ritmo de los tiempos y siguen apostando a la manera tradicional de fomentar la atención de los lectores.
Podría tomarse nota que según el último estudio realizado en España sobre hábitos de lectura y compra de libros (FGEE, enero 2006), las nuevas tecnologías y la prescripción de los profesores son las únicas referencias que han incrementando su grado de influencia en el proceso de recomendación y compra de un libro.
Es opinión casi unánime entre los libreros cristianos que el pueblo evangélico lee cada vez menos. ¿Será cierto eso? ¿O será que están cambiando las maneras de comunicarnos e informarnos?
Lindo debate Julio. Es cierto las editoriales cristianas en su mayoria son subsidiarias de matrices americanas. Les es mas facil traducir que material ya probado que buscar enre los hispanos. Aunque no hay que desdeñar a los autores americanos, muchos de ellos excelentes. Pero ciertamente ya son demasiados los autores cristianos que se autoeditan. Una cansados de deambular por las editoriales, otra porque no son pretenciosos y comienzan con una tirada corta, que al cabo de un tiempo va reimprimiendose. Tambien porque hay ministerios en condiciones de invertir y obtener un mayor recurso economico que no recibirian siendo editados por una editorial.
Esto me hace pensar que en el futuro algunas de estas editoriales prestaran su sello a los autores mas conocidos para obtener la distribucion de su material.
Algo esta cambiando y es solo el comienzo. Pronto veremos editoriales boutiques que se juntaran para la distribucion. Algo que cada vez en menos complicado por los servicios eficientes de empresas de envios.
Si las editoriales cambian su estrategia o mas bien se formulan alguna, que tenga en cuenta las necesidades de la iglesia mas alla de las modas puede ser mas beneficioso todavia.
Pero si expolit es lo mejor que puede ofrecer la industria editorial hispana, ¿estamos lejos?, ¿o mas bien cerca? de un cambio.